Algunos se acostaron hace unas horas impactados por la noticia, otro nos hemos levantado y nos hemos dado de bruces con ella: Steve Jobs, cofundador de Apple, ha muerto.

Su dimisión como CEO de la compañía de la manzana a finales de agosto no auguraba nada bueno, porque para un apasionado de su trabajo como él, el dejarlo definitivamente tenía su porqué en algo irremediable, algo que le ha llegado ni dos meses después de ese anuncio, fruto del cancer pancreático contra el que lleva luchando años.

Se nos va no sólo el fundador y alma máter de una de las empresas más influyentes del mundo de la tecnología, se nos va todo un lider y un revolucionario, fuente de inspiración para muchas personas en todo el mundo; por lo que hacía, por lo que decía y por su forma de transmitirlo. Por ese magnetismo que solo tienen los genios como él.

Gracias por todo Steve. «Stay hungry, stay foolish».