El Razer Tartarus es el teclado para la mano izquierda pro-gamer de gama media de Razer. Es un teclado pensado esencialmente para RPG, ya que la disposición de las teclas facilita el uso de magias y ataques mientras que además disponemos de un stick que podemos usar con el dedo pulgar para mover a nuestro personaje. Es similar (aunque de mayor calidad) al ya analizado Razer Nostromo.

  • 25 teclas completamente programables
  • Pulsador de pulgar programable con ocho direcciones
  • Cambio instantáneo entre 8 mapas de teclado
  • Factor de forma ergonómica mejorada
  • Reposamuñecas suave y ajustable para un confort absolute
  • Totalmente anti-ghosting
  • Capacidad ilimitada para macros
  • Perfiles de juego ilimitados
  • Teclas retroiluminadas para un control total incluso en condiciones de oscuridad
  • Cable de fibra trenzada
  • Con Razer Synapse 2.0
  • Dimensiones del productoPeso del producto: 370g/0.66lbs
    • Ancho: 153mm/6.03″
    • Alto: 186mm / 7.32″
    • Profundidad: 54.8mm/2.16″

La característica principal del Tartarus son sus 25 botones programables junto a su stick para el pulgar, que aunque parece analógico vuelve a ser digital (tiene 8 direcciones) por lo que si no queréis utilizarlo para el desplazamiento también podéis asociarle otro tipo de teclas modificadoras. Además, como viene siendo habitual en los productos de Razer, gracias a Synapse 2.0, cada tecla puede ser asociada a un macro o a un perfil personalizado.

Su ergonomía también ha sufrido un lavado de cara, y es que ahora tiene un reposamuñecas ajustable con dos posiciones diferentes para adaptarse mejor al tamaño de nuestra mano, problema del que pecaba el Nostromo. Con el Razer Tartarus sí tenemos la sensación de que nuestra mano encaja perfectamente con el teclado y alcanzamos todas las teclas sin problemas, incluso las del pulgar.

En cuanto a la calidad del material y el acabado, como nos tiene acostumbrados la marca, cumple sobradamente. Es realmente cómodo y tiene un tacto suave del que nos beneficiaremos tras unas buenas horas de juego. La iluminación (aquí ya entramos en cuestión de gustos) le dan un aspecto llamativo, muy característico, que también nos puede resultar útil si pensamos jugar a oscuras. Por supuesto, es desactivable.

Cuando decíamos que era un teclado para la mano izquierda estabamos siendo estrictamente literales. Si sois zurdos, salvo que tengáis el extraño hábito de usar teclado y ratón a mano cambiada, podéis olvidaros del Tartarus. O eso u os adaptais a jugar así, haciendo un Rafa Nadal. A fin de cuentas esto es algo que ocurre con la mayoría de periféricos, rara vez son para ambidiestros y, más raro todavía, para zurdos.

A la hora de la verdad, cuando jugamos, es cuando debemos valorar si un gadget de este tipo merece la pena. ¿Aporta algo con respecto a un teclado ordinario? Posiblemente algo más de comodidad y el stick para el dedo pulgar, si es que vais a darle uso. Si no os interesa el stick… ¿Merece la pena? Posiblemente no, ya que en esencia es lo único que no os va a dar el teclado de toda la vida. Además, como opinión personal, tiene otro pequeño inconveniente del que ya sufría el Nostromo, y es que si queréis jugar a otro género para el que parece bastante apropiado, como sería un FPS, echaréis de menos una fila de botones por encima de los de dirección para, por ejemplo, cambiar de arma. E incluso en un RPG, no hubiera estado de más meterlo ya que muchas veces tienes la impresión de que hay un vacío que podía haberse aprovechado mejor.

En conclusión, Razer Tartarus es un capricho interesante si os parece una buena idea aprovechar vuestro pulgar para algo más que pulsar espacio. Entonces sí, encontraréis un periférico ideal al que sacarle rendimiento durante vuestras partidas. De cualquier otro modo, posiblemente la inversión de 79.99€ que supone no terminará de salir rentable.