Skate Story

Devolver Digital vuelve a la carga con una propuesta hipnótica. Skate Story, la creación del desarrollador independiente Sam Eng, se lanzará el próximo 8 de diciembre en PC, PS5 y Switch 2, prometiendo una experiencia de skate tan surrealista como infernal.

Aquí no hay parques soleados ni barandillas urbanas: el juego nos lleva a patinar por las nueve capas del inframundo, deslizándonos entre cenizas, demonios y paisajes imposibles.

Nuestro objetivo, además de no partirnos los cristales (literalmente), será derrotar criaturas demoníacas y liberar almas torturadas, todo ello al ritmo de una banda sonora psicodélica firmada por Blood Cultures y con colaboraciones de John Fio.

En Skate Story encarnamos a un demonio del Inframundo hecho de cristal y dolor, al que el propio Diablo ha confiado una tarea tan absurda como poética: patinar hasta la luna y tragársela para alcanzar la libertad.

Con un monopatín como única arma, deberemos atravesar el Vacío entre la ceniza y el humo, dominando la física y el equilibrio para ejecutar ollies, kickflips y grinds que nos permitan avanzar por el hormigón supurante de este mundo grotesco.

Durante el viaje, ayudaremos a una rana olvidadiza, combatiremos demonios agresivos y salvaremos otras almas atormentadas, pasando de novato tambaleante a maestro del patín.

Pero más allá del desafío técnico, el juego nos invita a disfrutar del acto de patinar en sí mismo, a perderse en la fluidez del movimiento y la belleza del instante en el que todo encaja en un truco perfecto.

La progresión nos permitirá vender nuestra alma por mejores tablas, ruedas y ejes, desbloqueando más de 70 trucos distintos con los que mejorar y acceder a nuevas zonas.

A medida que avanzamos, cada prueba superada no solo nos hará más hábiles, sino que nos acercará a la verdadera enseñanza del juego: que la humildad, la perseverancia y un tailslide trasero tan preciso que da asco son la auténtica clave para derrotar al mismísimo Diablo.

Todo ello envuelto en una atmósfera visual y sonora única, con un estilo artístico minimalista, casi líquido, y una banda sonora hipnótica y psicodélica a cargo del misterioso artista neoyorquino Blood Cultures, acompañada por composiciones adicionales de John Fio.