Al igual que hizo Sony hace unos días, Nintendo ha presentado hoy a sus accionistas las cuentas relativas al último año fiscal, cerrado el pasado 31 de marzo.

Y, tras 3 años seguidos de pérdidas, la compañía japonesa vuelve a la senda de las ganancias, con un beneficio neto que asciende a unos 308 millones de euros al cambio, 182 millones de euros si le restamos los gastos. El año pasado terminaron en pérdidas de 314 millones de euros, por lo que el cambio es significativo.

Aunque Wii U está suponiendo un agujero negro para la compañía nintendera, se ha vendido un 10% más durante los últimos tres meses que en el mismo periodo de 2014, 340.000 consolas en total.

Un tercio de las ventas totales de juegos para su última consola de sobremesa, 24.4 millones de unidades, pertenecen a Mario Kart 8 y Super Smash Bros.

Las nuevas New Nintendo 3DS puestas a la venta entre finales de 2014 y principios de 2015 han supuesto un nuevo espaldarazo para las ventas de su única gallina de los huevos de oro, una vez Wii fue enterrada. A esto hay que sumarle las ventas de sus juegos, que han ascendido a 63 millones de unidades en este periodo, con novedades punteras como Pokémon Omega Rubí o Super Smash Bros.

Curiosamente, las ventas de Wii U han superado las expectativas, mientras que las de Nintendo 3DS no han llegado. Eran de 20 y 67 millones, respectivamente.

Los Amiibo, esas pequeñas figuras protagonizadas por sus principales personajes, que aportan nuevo contenido a los juegos a través de la realidad aumentada, también han supuesto una fuente de ingresos para la compañía nipona. A la vista está que cada vez lo están explotando más.

Nintendo ahora mismo se encuentra en un periodo transición. Con Wii U en terreno de nadie teniendo ya una sucesora a la vista, Project NX, y con una portátil que si bien recibió un lavado de cara el año pasado ya da claros síntomas de agotamiento, quizás no tanto en términos de venta, sino porque técnicamente está muy por detrás de otros dispositivos portátiles de hoy en día.

Habrá que ver como se termina ejecutando ese acercamiento a los juegos en smartphones y tablets, y que termina siendo esa nueva consola, si un híbrido entre sobremesa y portátil, o solo una sobremesa con la que intentar estar plantar cara a una competencia que en esta generación no se ha visto superada en ventas por el efecto sorpresa que supuso Wii.

Vía Engadget.