Aunque no nos pilla por sorpresa, teniendo en cuenta que el pasado mes de octubre Microsoft dejó de fabricar Kinect, hoy recibimos la noticia de que se le ha dado una puntilla más al uso del periférico.

Era necesario para Xbox One S y Xbox One X

Y es que los de Redmond han dejado de vender el adaptador que permitía conectar Kinect a una Xbox One S y una Xbox One X, ya que de serie no venía con el puerto específico para él que si traía la original lanzada en 2013.

Con este último movimiento Microsoft deja atrás definitivamente a Kinect, un periférico que surgió a mitad de vida de Xbox 360 y que quisieron convertir en el epicentro de su nueva consola, Xbox One.

Una losa para Xbox One

No solo no lo consiguieron, sino que fue uno de los lastres que hicieron que la máquina empezara con varios pasos de desventaja frente a PS4, algo que sigue padeciendo hoy en día, aunque con signos de recuperación desde que que Phil Spencer tomara el mando.

De hecho, una de las primeras decisiones que tuvo al frente de la división Xbox fue vender la consola sin Kinect por 100€ menos, equiparándola en precio con PS4. Esto fue un mensaje claro a navegantes, y la producción de juegos que se basaban en él bajó estrepitosamente, quedando relegado a usos residuales.

Vía Polygon.