Si hace unos días fue Samsung con su Galaxy Fold, ahora ha sido Huawei, desde el Mobile World Congress 2019 que se celebra estos días en Barcelona, la que ha presentado su primer móvil plegable, bajo el nombre de Mate X.

En esta carrera prematura por ver quien presenta primero este paso adelante en el sector de la telefonía móvil, Samsung pegó primero, pero Huawei la ha dejado en evidencia unos días después con un terminal, sobre el papel, superior en cuanto a funcionalidad.

Y es que mientras que la solución de Samsung era tener una pantalla bastante pequeña en su modo plegado, con un grosor bastante pronunciado, la de Huawei resulta más convincente en cuanto a que nos deja una pantalla plegada similar en tamaño a la de un móvil convencional.

Aun así, hay que tener clara una cosa con estos terminales y los que seguirán apareciendo en los próximos meses: estamos ante un claro avance tecnológico, pero en pañales todavía, lejos de ser usable con la versatilidad que nos da hoy en día los terminales actuales, con una durabilidad cuestionable y un precio fuera de mercado. Ahora mismo, los teléfonos plegables son más marketing que productos de consumo.

Estamos ante un terminal que plegado tiene una pantalla de 6,6 pulgadas con una resolución de 2.480 x 1148 píxeles en su parte delanteria y 6,38″ con una resolución de 2.480 x 892 píxeles en su parte trasera. Desplegado tiene 8 pulgadas (lo que un iPad mini) y una resolución de 2480 x 2200 píxeles.

Plegado tiene un grosor de 11 milímetros, que se quedan en 5,5 milímetros en su parte más fina al estar desplegado.

En su interior encontramos un procesador Kiron 980, 8GB de memoria RAM, 512GB de memoria de almacenamiento interno ampliables con NM Card y una batería de 4.500 mAh compatible con carga rápida de 55W.

Por ahora no tiene fecha de lanzamiento, pero si precio: 2.299€, convirtiéndose en el smartphone más caro de la historia.